

El deporte ráfaga está de luto. El maestro Ángel Alfredo “Pompis” González Chávez, referente indiscutible del basquetbol mexicano y formador de generaciones en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), dejó un legado imborrable tanto dentro como fuera de las canchas.
Nacido el 1 de marzo de 1957 en Hidalgo del Parral, Chihuahua, González Chávez fue un destacado jugador, entrenador y académico cuya pasión por el baloncesto marcó a toda una comunidad deportiva. Con 68 años de edad, su trayectoria combinó el alto rendimiento deportivo con una firme vocación pedagógica, promoviendo siempre el equilibrio entre el éxito académico y el compromiso atlético.
Trayectoria ejemplar
Como jugador, “Pompis” González representó al estado de Chihuahua en múltiples ocasiones, logrando el campeonato nacional en dos de las seis ediciones en las que participó. En 1983 fue reconocido como el deportista más valioso del estado y formó parte de la Selección Mexicana que obtuvo medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Caracas, Venezuela, enfrentando a una poderosa escuadra de Estados Unidos liderada por un joven Michael Jordan.
Su transición al banquillo como entrenador fue natural, gracias a su visión táctica y a la capacidad de liderazgo que siempre lo caracterizó. Su formación como cirujano dentista por el Instituto de Ciencias Biomédicas de la UACJ, sumada a certificaciones nacionales e internacionales en entrenamiento deportivo, le permitieron desarrollar un enfoque integral basado en la disciplina, el trabajo en equipo y el desarrollo humano.
Éxitos como entrenador
Durante más de tres décadas, González Chávez dirigió a equipos profesionales y universitarios, dejando una huella profunda en cada institución. Fue campeón con los Indios de Juárez en 1992 en el Circuito de Baloncesto Profesional, y tricampeón con los Rayados de Monterrey en la Conferencia de Básquetbol Profesional (1995-1997).
En la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), fue uno de sus principales impulsores desde el año 2000. Como entrenador de los Halcones de Xalapa, logró tres campeonatos entre 2003 y 2005, y participó en un total de siete finales. También dirigió a los Angeles Guerreros de Acapulco en 2014, quedándose a un juego de clasificar a la final.

Más adelante, volvió a Ciudad Juárez para tomar el mando de los Indios en la LNBP en 2015. Su experiencia también lo llevó a la Liga Estatal con los Manzaneros de Cuauhtémoc en 2019, y al circuito CIBACOPA, donde obtuvo tres títulos con los Zonkeys de Tijuana y disputó cuatro finales.
Legado y reconocimientos
A lo largo de su carrera, González Chávez fue mentor de destacados atletas, entre ellos Horacio Llamas, el primer mexicano en jugar en la NBA, y José Luis “Satanás” Arroyos. Su influencia como formador fue reconocida en 1995 con su ingreso al Salón de la Fama del Deportista Juarense, y en 2014 al Salón de la Fama del Básquetbol Hispano en San Antonio, Texas.

Ángel Alfredo “Pompis” González Chávez será recordado no solo por sus logros deportivos, sino por su compromiso con la formación integral de sus jugadores, muchos de los cuales hoy destacan en el deporte profesional o en otras áreas de la sociedad. Su legado permanece vivo en cada cancha y en cada generación que tocó con su ejemplo.